Cuándo compensan las cocinas abiertas al salón en las reformas integrales y otras alternativas

25 septiembre, 2018

Reformas de cocinas5 Comentarios

Las cocinas abiertas al salón son un recurso muy extendido hoy día al hacer reformas integrales de viviendas. Prácticamente en estos momentos no nos encontramos con ninguna obra en la que al menos no se plantee la cuestión de si abrir la cocina al salón.

Nuestra empresa de reformas integrales en Madrid tiene amplia experiencia en este tipo de soluciones, y francamente podemos decir que hay casos en los que las cocinas abiertas al salón son muy adecuadas, pero también otros en que no las recomendamos.

En este artículo voy a tratar de argumentar las ventajas e inconvenientes de las cocinas abiertas al salón y las cocinas cerradas, para que en la reforma de vivienda en la que estás pensando sepas hacer la mejor elección, personalizada a tu tipo de casa y a tus circunstancias.

Ventajas de las cocinas abiertas al salón

Es una tendencia que ha pegado muy fuerte en los últimos años. Las razones de que las cocinas abiertas hayan triunfado hay que buscarlas en el cambio en los hábitos de vida de los españoles en los últimos años: familias cortas, mayor demanda de vivienda para singles, incorporación de la mujer al trabajo, extensos horarios laborales, viviendas pequeñas en el centro de la ciudades… Se trata de un modelo de cocina importado de otros países, que ha terminado por implantarse aquí también, y que es la preferida por los españoles según este estudio publicado recientemente. Su ventajas son muchas:

• Mayor aprovechamiento de la superficie y polivalencia de espacios.
• Más entrada de luz natural.
• Sensación de amplitud.
• Favorecen la comunicación familiar y la interacción social.
• Hacen participativa la tarea de preparar comida.

Pero para algunos, a las ventajas se superponen algunos inconvenientes, que no les terminan de convencer…

Inconvenientes de las cocinas abiertas

Las cocinas abiertas tienen tantos fervientes defensores como detractores, a los que no les faltan los motivos. Estos son sus argumentos:

• Extienden los humos y olores de la cocina por el salón.
• Resultan ruidosas e interfieren con otras actividades como ver la televisión.
• Exigen un orden perfecto.
• Obligan a panelar los electrodomésticos.
• Dificultan la relajación en casa.
• Imponen la necesidad de unificar colores y muebles con el salón.

Aún así, hay múltiples factores por los que puede ser adecuado optar por la cocina abierta al salón. Vamos a analizar los casos en los que aconsejamos cocinas abiertas y explicamos el porqué…

En qué casos conviene una cocina abierta al hacer reforma

Tenemos identificadas las siguientes razones objetivas que inclinan la balanza en favor de una cocina abierta al hacer reformas de casas.

✔ Pisos pequeños

En los pisos pequeños las cocinas abiertas resultan muy versátiles. Además de dar sensación de amplitud, realmente permiten ganar espacio si se planifican bien. Por ejemplo, una mesa en el límite de la cocina y el salón, además de ayudar a delimitar los dos espacios, puede evitar la necesidad de añadir otra mesa en el salón comedor.

✔ Casas con poca luz

Las casas con poca entrada de luz natural son las grandes beneficiarias de tirar los tabiques que dividen cocina y salón. Es probable que uno de los dos espacios reciba más luz que el otro, y con la eliminación de las separaciones pueda compartir esa ventaja con la estancia contigua.

✔ Cocinas de poco uso

En una casa donde se cocina poco, pongamos sólo la cena en días laborables, y algo más el fin de semana, una cocina abierta puede ser una gran idea. Todo lo contrario que en una casa donde se cocine todos los días varias veces, y se empleen para ello todos los métodos de cocción tradicionales: horno, guisos, frituras, olla exprés…

✔ Casas de vacaciones o fin de semana

En una casa donde estamos más relajados, es más fácil disfrutar con la familia y los amigos preparando la comida, así como mantener una interacción con el resto de personas que hay en la casa. El cocinero puede integrarse en la comida o cena y no romper la comunicación cada vez que se levanta a la cocina a vigilar un plato o traer otro… Las cocinas abiertas en segundas residencias se benefician de la distensión que hay en el ambiente mientras se disfruta del tiempo libre.

3 alternativas a las cocinas abiertas para tomar en consideración

Las cocinas semiabiertas son otra de las opciones posibles. Se trata de separar la cocina del salón de una forma sutil, por ejemplo, abriendo un vano en el tabique, o instalando en ese espacio un mueble con una encimera a medida que preste servicio a las dos zonas, con un murete, una cristalera… Hay varias posibilidades, pero estas son las más habituales:

1.- Cocinas con pasaplatos

Hace años se pusieron de moda las cocinas con pasaplatos, un pequeño hueco abierto, y a menudo con ventana de guillotina, que se abría o cerraba al gusto para pasar los platos de una estancia a la otra. Este tipo de conexión entre el salón y la cocina ha caído en desuso, aunque puede haber algunos casos en que resulte una elección adecuada.

2.- Cocina con cristalera

Otra tendencia de 2 años a esta parte es separar salón y cocina con cristaleras, que dejan que el flujo de luz natural conecte el salón y la cocina, ofreciendo de paso amplitud visual. En forja negra, aluminio blanco, madera y cristal….

3.- Puertas correderas

Otra solución interesante que permite abrir la cocina al salón en las reformas de viviendas sin llegar a independizar estancias completamente es poner puertas correderas embutidas. De este modo tan sencillo, se pueden conectar ambos espacios cuando se desea, o interrumpir esa unidad también cuando se quiere. Para ello, lo ideal es abrir un vano más ancho, capaz de albergar dos puertas. Puedes poner puertas de vidrio transparente (comprometiéndote a tener la cocina siempre impecable), o bien, puertas translúcidas u opacas, sin más… Una alternativa clásica, que todavía funciona.

Recomendaciones para cocinas abiertas al salón

En cualquier caso, tenemos algunas recomendaciones que darte si te decides por una cocina abierta.

• • Esmérate en la compra de la campana extractora. Humos y olores no deberían interferir con la vida en el salón. Por eso, lo mejor es hacerse con una buena campana extractora de humos potente y silenciosa. Para elegir potencia, haz la siguiente operación artimética: multiplica los metros cuadrados de la cocina por la altura y luego otra vez  por 12. Esa potencia sería la de una cocina cerrada, así es que cualquier cifra por encima, estará mucho mejor. En cuanto a la rumorosidad, asegúrate de que no supera los 60 db.

• Intenta mantener una unidad estética. Esta unidad estética afecta a los suelos, las paredes y el color de los muebles de cocina. Ante la duda, opta por una cocina blanca, con grandes armarios cerrados y pocos elementos a la vista.
• Unifica el comedor de las dos estancias. Una buena idea es separar salón y cocina con la mesa de comedor. Tener sólo una mesa que dé servicio a las dos zonas te hará ahorrar mucho espacio.
• Panela los electrodomésticos. No es agradable ver una lavadora llena de ropa sucia desde el salón, te lo aseguro.